¿Has oído hablar sobre la separación de los Rectos Abdominales en la etapa posparto? ¿Sientes que tu abdomen está más hinchado y notas un abombamiento cuando haces esfuerzos? ¿Al realizar un ejercicio abdominal tradicional notas que en la zona del ombligo sale un bulto hacia fuera? Si es así, es posible que sufras Diástasis Abdominal, así que he preparado este texto para informarte sobre qué es este problema y cómo tratarlo a través de la Fisioterapia.

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La Diástasis Abdominal es la separación de los músculos Rectos del Abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, en condiciones normales, los mantiene unidos entre sí, y a la línea media del cuerpo, la denominada Línea Alba.

 

Inicialmente, la Diástasis Abdominal puede ser un defecto estético, pero, si no se trata a tiempo puede pasar a ser un problema funcional y provocar Problemas de Estabilización en la Zona Lumbo-Pélvica o Disfunciones del Suelo Pélvico a largo plazo tales como la incontinencia urinaria, los prolapsos de los órganos pélvicos (vejiga, útero y/o recto) y/o dolor pélvico.

 

Es un problema común entre las mujeres tras el embarazo. Es más, dos tercios de las mujeres embarazadas sufren de Diástasis Abdominal ya en el tercer trimestre de gestación. Durante el embarazo la tripa crece y los músculos abdominales se estiran para permitir al bebé desarrollarse. Todo ello puede provocar que la membrana fibrosa que une los músculos rectos abdominales se separe, y, por lo tanto, que exista una separación entre los ellos generando una Diástasis Abdominal.

 

Sin embargo, cualquier persona, sea hombre o mujer, independientemente de la edad, puede sufrir este tipo de problema.

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¡La buena noticia es que la Diástasis Abdominal se puede prevenir y, mejor aún, se puede mejorar! El éxito del tratamiento dependerá en gran medida de la distancia de separación y de la profundidad que se haya producido entre los rectos abdominales.